Finalmente, y después de casi un mes en el exilio, en unas cuantas horas estaré volando hacia mi casa. Y créanlo o no: eso es bueno. La verdad ya extraño andar por allá con todo y las interminables colas en el periférico, las miles de personas histéricas que tocan el claxon después de 0.3 nano-segundos de que se puso el "verde", los viernes "de quincena" en el que todos los bancos parecen hormigueros, las patrullas gandules que se pasan por encima de los camellones, el alcoholímetro de los días de "fiesta", las marchas que cierran casetas y madrean policías, los pinches impuestos cada vez más culeys, los narcos, los...
¿Qué estoy diciendo? ¡¡No quiero regresar a todo eso!!
Solo hay una razón que realmente me hace ver de nuevo el horizonte:
- Ella.
Y el pensar que faltan ya menos de 24hrs para verla me hace olvidar de todo lo malo de mi querida Ciudad de México. ¿Qué le puedo hacer? "Natural Born Chilango"
Como siempre, detrás de la pantalla de cristal líquido (y a punto de dejar el exilio) me despido.
Omar
jueves, 26 de noviembre de 2009
lunes, 16 de noviembre de 2009
Pantalla azul
¿Acaso no es el miedo más temido en Windows?
¿La pinche pantalla azul que hace que todo se vaya directamente a la chingada?
Pues yo tengo un miedo nuevo, se llama: "lap-pasmada". Así es, eso es lo que le pasa a esta porquéría de vez en cuando. Lo peor, es que no hay manera de preevenirlo, es decir, no hay síntomas sino hasta que absolutamente todo deja de funcionar (no responde ni el NumLock, para los que entiendan) a excepción de la pantalla que simpáticamente -la hija de la chingada- se queda completamente congelada.
La vez pasada, como dije en mi entrada anterior, esta cosa estuvo a punto de morir. Yo creo que vió la luz al final del tunel de las laptops. Y eso lo digo porque intentó arrancar fallídamente cerca de 4 veces, mientras yo poco a poco me daba de golpes diciendo: ¿porque a mí? ¿porqué hoy? ¿porqué si yo la trato bien chingá?
Para no hacer la historia más larga, en uno de esos intentos de arrancar, opté por dejarla pensar todo lo que quisiera y repentinamente, después de cerca de 15 minutos de angustia, vi la adorable pantalla de windows pidiéndome mi username y password para poder comenzar a trabajar. ¡Que pinche susto! -dije- Pero finalmente, lo primero que pensé es "voy a hacer un backup de toda mi información", mismo que no he hecho a la fecha pues no tiene mucho tiempo que hice uno, solo espero que no se le ocurra hacer su desgraciada gracia de nuevo y esta vez no salir del coma cibernético en el que estuvo hace apenas unos días.
Sin más por el momento y detrás de la enfermiza pantalla de cristal líquido, me despido.
Omar
¿La pinche pantalla azul que hace que todo se vaya directamente a la chingada?
Pues yo tengo un miedo nuevo, se llama: "lap-pasmada". Así es, eso es lo que le pasa a esta porquéría de vez en cuando. Lo peor, es que no hay manera de preevenirlo, es decir, no hay síntomas sino hasta que absolutamente todo deja de funcionar (no responde ni el NumLock, para los que entiendan) a excepción de la pantalla que simpáticamente -la hija de la chingada- se queda completamente congelada.
La vez pasada, como dije en mi entrada anterior, esta cosa estuvo a punto de morir. Yo creo que vió la luz al final del tunel de las laptops. Y eso lo digo porque intentó arrancar fallídamente cerca de 4 veces, mientras yo poco a poco me daba de golpes diciendo: ¿porque a mí? ¿porqué hoy? ¿porqué si yo la trato bien chingá?
Para no hacer la historia más larga, en uno de esos intentos de arrancar, opté por dejarla pensar todo lo que quisiera y repentinamente, después de cerca de 15 minutos de angustia, vi la adorable pantalla de windows pidiéndome mi username y password para poder comenzar a trabajar. ¡Que pinche susto! -dije- Pero finalmente, lo primero que pensé es "voy a hacer un backup de toda mi información", mismo que no he hecho a la fecha pues no tiene mucho tiempo que hice uno, solo espero que no se le ocurra hacer su desgraciada gracia de nuevo y esta vez no salir del coma cibernético en el que estuvo hace apenas unos días.
Sin más por el momento y detrás de la enfermiza pantalla de cristal líquido, me despido.
Omar
sábado, 7 de noviembre de 2009
Pastillas para recordar
Tengo ya un poco más de una semana en el exilio (gracias al trabajo) y siempre los fines de semana son los más difíciles. La extraño mucho y tengo muchas ganas de estar con ella. Un fin de semana antes de que viajara, ella (la persona que más amo en el mundo) me regaló un paquetito de pastillas de las que más me gustan y así de cursi como soy, lo he guardado y sólo me he comido una cuando la extraño demasiado. Como ahorita.
Escribo esto mientras la pastilla lentamente se disuelve en mi boca, y pienso en ella. Pienso en las tardes a su lado, en las cosas que hablamos y de las cosas que nos reimos. El tiempo pasa volando (si ya se que suena a cliché y ¡qué chingados!) cuando estoy con ella, pero por ahora no puedo más que recordar su abrazo y cerrar los ojos para sentirme a su lado.
Así es mis queridos lectores (si es que tengo), hoy me ha pega'o la nostalgia. Hace rato intenté distraerme iendo a tomar un café y a leer. La verdad sí funcionó y ahora resta menos de la noche para soportar estar lejos. De hecho, no quiero sonar depresivo (no está tan mal) solo intento sacar un poco el amargue y de paso desaburrirme.
Creo que la cagué por no haber pasado a comprar algo para cenar hace rato que salí. Ni pedo, me voy a atascar de manzanas cuando me de hambre. ¿Envidia? ¡No lo creo!
Bueno, pues sin más ni más ni nada que parezca, me despido como siempre detrás de la pantalla de cristal líquido (que hoy casi dejó de funciónar... larga historia: para otro post).
Omar
Escribo esto mientras la pastilla lentamente se disuelve en mi boca, y pienso en ella. Pienso en las tardes a su lado, en las cosas que hablamos y de las cosas que nos reimos. El tiempo pasa volando (si ya se que suena a cliché y ¡qué chingados!) cuando estoy con ella, pero por ahora no puedo más que recordar su abrazo y cerrar los ojos para sentirme a su lado.
Así es mis queridos lectores (si es que tengo), hoy me ha pega'o la nostalgia. Hace rato intenté distraerme iendo a tomar un café y a leer. La verdad sí funcionó y ahora resta menos de la noche para soportar estar lejos. De hecho, no quiero sonar depresivo (no está tan mal) solo intento sacar un poco el amargue y de paso desaburrirme.
Creo que la cagué por no haber pasado a comprar algo para cenar hace rato que salí. Ni pedo, me voy a atascar de manzanas cuando me de hambre. ¿Envidia? ¡No lo creo!
Bueno, pues sin más ni más ni nada que parezca, me despido como siempre detrás de la pantalla de cristal líquido (que hoy casi dejó de funciónar... larga historia: para otro post).
Omar
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