sábado, 31 de octubre de 2009

Del halloween, las brujas y otros sustos.

Nunca me había tocado la suerte -o la desgracia- de estar aquí en EU durante el famoso Halloween. ¡De verdad que es toda una locura! Un invento más del capitalismo para hacer gastar a la gente miles de dólares en disfraces estúpidos, dulces, muñecos, juguetes, bebidas y ¡claro! condones.

La gente aquí en el hotel, al rededor de las 12 de la noche, no dejaba de dar vueltas; subían, bajaban, cerraban una puerta, abrían otras, salían de los cuartos, bajaban por las escaleras, siempre cagados de la risa, subían las escaleras de nuevo, corrían, otra puerta más:
¡¡¡puta madre, dejen descansar a la gente!!!
Si no hubiera sido por la Serie Mundial, me hubiera vuelto loco con tanto ruido, y luego que aquí todas las paredes son como de cartón: para qué les cuento... Y para colmo, pierden los Phillies el tercer juego y los mugrosos Yankees se ponen arriba 2 juegos a 1.

En fin, después de toda esa maratón de chingaderas. Me acordé de algo que si da miedo y no necesita disfraz: ¿adivinan? ¡Claro que sí!
-Los diputados mexicanos-
A esos weyes si hay que tenerles miedo, y sobre todo a los plurinominales que no hacen más que robar aún más que los que fueron "disque" electos democráticamente. En México ya no vemos lo duro, sino lo tupido. La cosa se está poniendo fea y cada vez hay más pobres. No vaya a ser que se enojen y se organicen como hace 99 años... Yo na'más les digo. Hay que pensar en eso cada vez que compremos algo o le demos dinero a un policía o peor aún: al comercio informal.

Aquí (en EU) la gente anda poniendo calcomanías en sus carros que dicen: "Out of a job yet? - Keep buying foreign!!"
-Y eso que nosotros vemos a los gringos como los pudientes, los menos jodidos, los de primer mundo-
Ya me imagino qué pensarán del pendejo del Peje, o del títere Juanito... Y bueno, del aumento al IVA e ISR, ¡ni que decir! Pinches diputados, esos -repito- si dan miedo.

Pero bueno, ¿para que asustarse? Total, eso pasa sólo en las novelas.

¿Seguros?

¿Todavía necesitan una máscara de vampiro para asustarse?
-Según yo recuerdo, con la de Salinas bastaba-
¿O no?

Omar

sábado, 17 de octubre de 2009

Dibujando la vida

Siempre, desde que tengo memoria, me recuerdo a mi mismo iendo a todos lados con un cuaderno y mis lápices. Podía dejar otras cosas olvidadas, pero esas no. De hecho los días antes de comenzar curso en la escuela, escondía mis colores del año anterior para poder tener unos nuevos para el siguiente año. ¿A qué niño no le gustaba ir de compras para conseguir los útiles escolares? Fué así como me comencé a hacer de un gran número de lápices usados a medias y que guardaba en un lonchera de los cazafantasmas, recuerdo perfectamente el olor que salía de la lonchera al abrirla.

En fin, mientras seguí avanzando por la vida, ya no me dí tanto tiempo de hacer ese tipo de cosas que me gustaban tanto de chico. Y es hasta ahora, unos cuantos años atrás, que he podido continuar -digamos- cultivando esa parte mía. Es algo que me relaja mucho y disfruto de verdad, de hecho creo que ya lo he dicho en ocasiones anteriores.

Hace unas semanas, estaba tomando un café mientras veía por la ventana del lugar en donde estaba. Y pensé en intentar dibujar lo que veía. Debo decir que me llevó algo de tiempo terminar el dibujo al nivel que lo deseaba, y fué hasta hace unos pocos días que finalmente pude terminarlo y lo pongo aquí para compartirlo.


Se que aún tengo mucho camino que recorrer para lograr dibujar como lo deseo, pero el hecho de poder practicar me da mucha seguridad de seguir intentándolo hasta alacanzar mi meta. Al fin que solo tengo toda la vida por delante. Me entusiasma mucho la idea de poder capturar en papel lo que veo y después compartirlo para que otros puedan ver qué es lo que yo veía y la manera en que lo hice. Así que mientras pueda, lo seguiré haciendo.

Omar

lunes, 12 de octubre de 2009

Dejarlo todo

Dejarlo todo sin voltear a ver lo que se queda.
Seguir caminando siguiendo los sueños, gustos y anhelos.
Dejarlo todo, y no perder de vista el horizonte nuevo.
Abrirse paso entre las dificultades, sabiendo que detrás de ellas hay satisfacciones.
No olvidar nunca el seguir sintiendo, disfrutando de cada momento.
Dejarlo todo, menos a Dios.
Recordar lo que se ha aprendido antes, no con nostalgia, sino en busca de experiencia.
Buscar con todo el ser, el lugar en donde el corazón late más fuerte.
Y allí... Quedarse a escucharlo latir.

Dejarlo todo, llevarse nada.
... Llevarse nada, solo la vida.
Dejarlo todo, cambiar de vida.



Omar

viernes, 9 de octubre de 2009

Sí, me gusta Starbucks ¿y qué?

Lo confieso, y de hecho ¡me vale madres! Me gusta ir a los miles de Starbucks que se pueden encontrar en la Ciudad de México. De hecho cuando salgo de la ciudad, me gusta conocer las sucursales de los estados que suelo visitar. ¿Y?

Me gusta esa atmósfera, ese aroma, la música (un 90% de las veces), y bueno: el café. Debo admitir que aunque no es el mejor café del mundo, con todo lo que lo rodea, se vuelve un muy buen candidato a ser el mejor.

La verdad, es que todos tienen algo en especial. Desde los que están en el aeropuerto hasta los de Cuautitlán. ¡Si, leyeron bien: Cuautitlán!

El dibujo que está arriba, intentó mostrar la vista desde dentro del Strabucks de Satélite, justo sobre el periférico. Debo seguir practicando mis "sketches", ya irán viendo poco a poco.

En cuanto a lo demás, por ahora todo en su lugar a excepción de una o dos manos que se intentan corregir. Una vez más desde abajo, como diría una persona que dirige un ensayo con algún grupo. Así es como será de ahorita en adelante. Espero esta vez llegar más arriba.

Omar