domingo, 11 de julio de 2010

11 de Julio








Una luz se apagó en el firmamento,
su luz, que hasta ese día había estado ahí.
Siempre dispuesta, siempre amable,
que con una sonrisa y un abrazo me recibía.

Su luz, que me mostró el camino muchas veces,
su luz, que me alumbró en mis tristezas,
alimentó mis amores y secó mis lágrimas.

Su mirada compasiva que un buen día se fué al mar,
y cada vez la veía menos y cada vez menor.
Cada vez más apagada, pero nunca menos alegre.
Siempre tuvo palabras dulces para mí.

Un día oramos juntos,
lloramos la distancia, añoramos el pasado...
Reímos del presente y repudié el futuro.

Hasta que el futuro llegó.

Y entendí que hasta la flama más viva se apaga.
Y me vi en sus ojos ahora secos, sin brillo...
Y le dije que la quería y que no me iría de su lado.

... Y ella se fué,
en un día como hoy, hace ya 9 años.
Y le besé la frente, con todo mi amor: lo juro.

Luego nos fuimos al mar...
y ella se quedó ahí.
Esa fué su voluntad.
Siempre tuvo el alma libre, viajera.

Y han pasado 9 largos años,
sin su luz, ni sus palabras.
Ni sus abrazos, ni sus manos suaves.

Hoy la misa de 7 fué para tí.
Y al escuchar tu nombre en la oración,
pensé que tú estarías ahí a mi lado.
Y por un segundo dudé en voltear la mirada...

En donde quiera que estés: acuérdate de mí.

Te amo A.P.V.

Omar

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