lunes, 3 de agosto de 2009

Atrapado

Hoy está siendo uno de esos Lunes en los que odio venir a trabajar. Se siente como si el último lugar en todo el planeta donde quisiera estar, es aquí en medio de toda esta gente que aletargados seguimos el sonido del tambor.

Yo lo que quiero es estar en mi casa, viendo la televisón y comiéndo unos ricos cacahuates con limón y salsa maggi, ahhhh que rico. Eso si es vida de lunes, y no el estar encerrado en la oficina. Y para colmo de males, se acaba de soltar el diluvio que vino. ¡Chingaáo!

De cualquier manera, el punto es que a veces me siento simplemente como uno más dentro de la masa de gente que sigue caminando sin metas, ni rumbo, ni ilusiones... Yo no quiero eso, yo si tengo ilusiones ¡y muchas! No se si mis metas sean lo suficientemente ambiciosas para alguien de mi edad, pero si las tengo, de verdad. Sigo soñando y eso nunca lo dejaré de hacer aunque el mundo intente decirme lo contrario en cada parpadeo de ojos, ¡me vale! Y es más, incluso si tuviera que mojarme ahorita para llegar a mi carro si la lluvia no parara, no me importa, eso es parte de estar aquí e intentar disfrutar la vida. Cada momento, cada sitio, cada pensamiento y sentimiento, todas esas cosas construyen poco a poco el "jenga" de la vida.

Pero en días como hoy, en días como hoy que me siento encerrado, atrapado y detenido en el mismo lugar de siempre, es difícil ver todo lo que está paralelo a mi efímera existencia en esta oficina. Lo que quiero es estar allá afuera, quiero tomar fotos, plasmar los momentos en imagen, dibujar las ideas y dejar fluir todo.

Creo que necesito vacaciones... Miro a la ventana y me doy cuenta de que la lluvia está cesando poco a poco. Talvés sea buen momento para comenzar a cerrar todo por hoy. Mañana, espero, será una historia diferente.


Omar

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